martes, 19 de febrero de 2013

2001 EN LA ESPESURA DE UN SUEÑO INCONCLUSO


 EN LA ESPESURA DE UN SUEÑO INCONCLUSO


I

Hace ya mucho
vengo caminando dentro de un sueño,
hay un cansancio que me traba los amaneceres,
mis brazos
caen hechos astillas y
y el sol me quema
casa noche
con sus agujas de fuego

Sé que debo continuar
tratando de atrapar frutos de aquel horizonte.
siempre más lejano,
cubierta de nieblas enrojecidas.
No entiendo aún este jeroglífico:
¿Sigo en el mismo puerto
esperando la misma barca

Tengo claro que ayer
no era yo quien caminaba por mí.
Ahora talvez tampoco sea el que transita
sino una sombra
de cuando me imagino que podría ser..

II

Dormir en luna bajo el agua,
evolusión de perfumadas paredes.
cuya fortaleza
es consecuencia del fin perfecto...
Ese trotar solemne del río
en la búsqueda de las fauces del anciano azul:
ser devorado
amanecer pleno cerro abajo...
la rotura de las orillas manando sangre rojiverde...


Solo hoy siento perdido el rostro nadie comprende...

La lluvia atrapa raros cielos y
y los esconde al fondo de las charcas...
Trepar por sus cabellos de plata oscura
detener el ascenso en la nube más distante
donde poder
acariciar la flor de la quimera que destruye mis andares...

III

Solo una parte indescifrable soy,
aún me quedan trozos por coger
hasta completar este misterio caminante
que avanza a medida por la ladera
de este bosque nunca antes explorado ni imaginado...

En un continuo nacer y renacer
para construirme...
quízá sea solo una mirad
anhelando ser más una voluta de humo...

Los cielos de la tarde se repiten,
el viento salta en la misma rama
desde tiempos inmemoriales...

Nunca es el mismo...

IV

Todas las noches
me muero entre las sábanas, decenas de gnomos
caminan por mi cabeza,
mientras permanezco
de costado
bebiendo a sorbos un agua de altísimo sabor...

Pasan caravanas,
pupilas grises me acuchillan para que dé el próximo paso...

Un panorama
de trenes anaranjados
se abre a unos ojos que siento mío -no es así-, son
de algún maquinista distraído
cuyas pestañas barren los andenes helados y solos.
Cuando resucito y
la luz hiere mi cara de monstruo verde y gris,
creo comprender
que no estaba en mí...,
me busco en un espejo tiembloroso
frente a estas pupilas desgajadas y me parece ver
a quien va conmigo desde el comienzo...
Y voy corriendo
hacia las estaciones
donde me esperan látigo en mano
aquellos buscadores encima de las sombras,
duele saber:
jamás se verán el rostro...

VIII

Y esta guerra de ojos lacrados
siembra el planeta de creencias ensangrentadas,

en un ir y venir de palitroques quemados...


parece que todos los anhelos estallan,
se encadenan
para sentir olores a muertes repentinas,
hay una cosecha inacabable
de odios
en los cinco pedazos de tierra...

sombras pequeñas
o recién nacidas arden en alaridos...
una fría oscuridad recorre el mundo
dibujando
dolores
en los estómagos...

es una historia de horrores:
no se puede destruir
porque nosotros estamos durmiendo,
aunque creemos ser dueños del gran Todo...


XII

y vamos de una ensoñación a otra
sin saber
cuando dejarán de girar las hélices;
esta locura
de hacer malabarismos
mientras desaparecen los peces las aves y la cordura...

ah, el  mar nuestro
muriendo lento, seguro... se esfuman
sus defensores,
solo hay atacantes perdidos en una concepción deteriorada...!

negras raíces van cubriéndolo todo.

no hay lágrima verdadera
por esta muerte gigante, derechos naturales
son mutilados,
la inconsciencia arrastra a sus esclavos autómatas
hacia nuevas heridas...